Viaje a la Toscana
Día 4 Lucca - Cinque Terre - Lucca (156 Km.)
(a 78 Km.) La Spezia: Se denomina Cinque Terre (en español, "Cinco Tierras") a una porción de costa formada por cinco pueblos en la provincia de La Spezia. Gracias a sus características geográficas, constituye uno de los principales atractivos de la riviera lígure. Su origen es un contexto orográfico muy particular, que da origen a un paisaje montañoso constituido por distintos estratos o "terrazas" que descienden hacia el mar con una fuerte pendiente. La mano del hombre ha modelado el terreno sin alterar el delicado equilibrio ecológico, utilizando esas terrazas en declive para desarrollar una particular técnica agrícola destinada a aprovechar todo lo posible la disposición del terreno. En 1997 las Cinque Terre, junto con Portovenere y las islas de Palmaria, Tino y Tinetto, fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Cinque Terre en tren
La mejor forma de visitar Cinque Terre es mediante el tren, ya que el acceso por carretera es complicado. Dejamos el coche en el parking de la estación de La Spezia y compramos la Cinque Terre Card Treno, que es un abono que nos permite utilizar durante todo el día el tren que une todas las estaciones entre La Spezia y Monterosso al Mare. Equivocadamente, nos subimos a un tren que nos llevó directamente hasta Monterosso, por lo que empezamos la visita por esta población. Idealmente se necesitan dos días para poder visitar los cinco pueblos, pero como únicamente podíamos dedicarle un día a esta zona, la jornada fue muy intensa, aunque altamente gratificante.
Monterosso al Mare
Monterosso al Mare: Aquí encontramos las playas más extensas de la región, situadas en el centro de un pequeño golfo natural, protegido por una modesta escollera artificial. Destaca la iglesia de San Juan Bautista, un edificio religioso sito en la plaza Don Giovanni Minzoni, edificada entre los siglos XIII y XIV y reestructurada en época barroca. La fachada, que data de 1307, está caracterizada por un paramento bicromo blanco y serpentino oscuro y por un amplio rosetón de mármol blanco. La estructura interior es de planta basilical y con una división de tres naves. Se conservan la pila bautismal, realizada en 1360, un lienzo de la Virgen del Rosario y una Crucifixión sobre la pared izquierda de un pintor genovés anónimo del siglo XVII.
Vernazza
Vernazza: Nada más salir de la estación la calle principal nos lleva hasta la plaza Marconi, ubicada junto al puerto (el único puerto natural de Cinque Terre). Su pequeño puerto garantiza un lugar seguro, en una ensenada natural que permite el atraque de barcos pequeños y medianos. Destaca la Iglesia de Santa Margherita d'Antiochia, del 1318. Única por su entrada orientada al este, tiene una nave y dos pasillos, con un campanario octogonal que se eleva desde el área del ábside. Después de subir por unos empinados escalones, llegamos a la cima de un promontorio en el que se encuentra el Castello. El Castillo de Doria fue construido en el siglo XV como una torre de vigilancia para proteger el pueblo de los piratas. Las vistas desde este mirador son espectaculares. Vernazza es famosa por sus elegantes casas.
Corniglia
Corniglia: Se diferencia del resto de los pueblos de la región en que es el único que no se conecta directamente con el mar, sino que se sitúa sobre un promontorio de unos cien metros, circundado por viñedos distribuidos en las características terrazas en el lado que mira hacia el mar. Para acceder a Corniglia es necesario ascender una larga escalinata conocida como Lardarina, compuesta por 33 tramos y un total de 382 escalones. Las únicas ruinas de Corniglia pertenecen a las fortificaciones genoveses, una fortaleza en un acantilado que se hunde en el mar, que data aproximadamente de 1556. Destacan la iglesia de San Pedro y el oratorio de Santa Catalina. Antes de volver de nuevo al buscar el tren, realizamos un pequeño descanso para comer.
Manarola
Manarola: Situado en una colina, el pueblo de Manarola se extiende por el valle, encerrada entre dos espolones rocosos, y desciende hacia el mar hasta albergar un pequeño puerto. Las casas se agrupan una junto a otra a lo largo de la vía principal, la Via di Mezzo, que a su vez sigue el curso del agua. Manarola puede ser el pueblo más antiguo de los de Cinque Terre, con la piedra angular de la iglesia, San Lorenzo, que data de 1338. Las atracciones turísticas de la región incluyen un famoso sendero entre Manarola y Riomaggiore (llamado Via dell'Amore) y rutas de senderismo en las colinas y viñedos sobre la ciudad. La mayoría de las casas son brillantes y coloridas. Desde la punta Bonfiglio (o desde el Parco giochi Paradiso) es el lugar ideal desde el cual realizar la típica foto de la colorida población. Para ver Cinque Terre desde un punto de vista diferente, realizamos el desplazamiento desde Manarola a Riomaggiore en barco.
Riomaggiore
Riomaggiore: Desembarcamos entre la pequeña playa de esta población y el muelle. El centro histórico, cuyo núcleo original data del siglo XIII, se sitúa en el valle del Rio Maggiore, el antiguo Rivus Major del cual toma su nombre el pueblo. Las casas se distribuyen en distintos niveles paralelos que siguen el abrupto recorrido del río. El nuevo barrio de la Stazione, llamado así por haberse desarrollado en el siglo XIX tras la llegada de la línea férrea, se sitúa en cambio en el valle formado por el Río Finale (Rufinàu). Tras anochecer, nos quedamos a cenar en un restaurant ubicado en la calle principal, Via Colombo. A esa hora la mayoría de turistas ya se habían marchado y pudimos disfrutar algo más del ambiente de este pueblo pesquero.
(a 78 Km.) Lucca: Regresamos a nuestro alojamiento.